"Para tocar bien hay que creer". Ésta es una frase que he acuñado para mis alumnos y que hoy quiero compartir con vosotros.
La frase nace con un espíritu didáctico, a modo de regla nemotécnica, para ayudar a los alumnos a que puedan en cualquier momento recordar y enumerar los aspectos técnicos de la emisión del sonido.
"Para tocar bien hay que creer" tiene y pretende tener una doble lectura: en primer lugar, todos entendemos que "..hay que creer" se refiere a que debemos de tener confianza en nosotros mismos y en los buenos resultados que podemos alcanzar; o formulado en sentido negativo, está claro que si no creemos que podemos hacer algo, seguro que no lo conseguiremos. Por lo tanto la primera parte está clara: para tocar hay que creer, lo cual seguramente se podría aplicar a casi todas las cosas.
La segunda lectura de la frase es la más interesante y menos evidente, porque "creer" es un acróstico. Un acróstico es una palabra que se forma con la primera letra de otras palabras. En este caso, cada letra de la palabra "creer"es a su vez la primera letra de una palabra, lo que nos va a ser útil para recordar las palabras en cuestión.
¿Cuales son pues las palabras ocultas en el acróstico?:
La solución:
Coger Retener Emitir Escuchar Rectificar.
- Coger el aire es algo obvio, aunque no tan obvia es la manera correcta de coger el aire a pesar de que el tema de la respiración es fundamental.
- Retener, creo que es la parte del proceso que habitualmente pasa más desapercibida. Sin embargo es fundamental ese breve instante en el que retenemos el aire inspirado antes de expulsarlo para conseguir una mayor presión que facilitará la claridad de la emisión y mejorará el soporte del sonido.
- Emitir el sonido, es el momento de la acción en el que debemos controlar la columna de aire, la embocadura, relajación de la garganta, etc para conseguir la sonoridad deseada.
- Escuchar, es un aspecto que se debe de cuidar, ya que una escucha crítica será el primer elemento diagnóstico de nuestra sonoridad y el que, en consecuencia, nos permitirá valorar el sonido que emitimos para en consecuencia tomar decisiones técnicas y artísticas.
- Rectificar, en caso de necesidad, si la escucha mencionada nos delata algún aspecto a mejorar, como pudiera ser especialmente la afinación, calidad del sonido, vibrato, balances dinámicos con otros instrumentos, etc; repito, si la escucha nos delatara algún aspecto mejorable este sería el momento de Rectificar.
En lo relativo a la parte didáctica la aplicación que podríamos darle a esta idea:
- en primer lugar, lo obvio, es que nos permite explicar al alumno de una manera específica y secuenciada cada uno de los elementos para una correcta emisión del sonido
- un segundo elemento que nos aporta la frase es que la explicación pueda ser recordada por ellos gracias a la regla nemotécnica. En un futuro sólo será necesario recurrir a la frase y los elementos técnicos podrán ser fácilmente recordados y enumerados.
- por último, nos permitirá en un momento dado, una actividad más divertida, jugando con las palabras y evaluando si el alumno ha entendido las explicaciones y el proceso. Por ejemplo, después de haberle explicado al alumno la frase y de asegurarnos que lo ha entendido bien, seguramente en alguna respiración tendremos la oportunidad de poder decirle al alumno: "te expliqué que para tocar bien hay que CREER y no CEER", ¿qué es lo que no habría hecho correctamente el alumno en este caso?
Un saludo
2 comentarios:
Muy bueno el acróstico nemotécnico!!!! Me lo copio para los cantantes.
Un abrazo
Como regla mnemotécnica ya te digo que funciona (hoy la repasamos en casa a la hora de comer) y en cuanto a la base pedagógica, pues también me parece impecable. ¿Me la puedo copiar?
Publicar un comentario