"Yo estuve allí": La Verbena de la Paloma

"Yo estuve allí". Ayer, 13 de enero de 2013, en Lugo se produjo uno de esos momento mágicos e inolvidables ya que una multitud de personas entre artistas y público llegaron a albergar un mismo e idéntico pensamiento: "yo estuve allí". El detonante de este pensamiento común y colectivo fue ni más ni menos que la representación de "La verbena de la Paloma" de Tomás Bretón en el Auditorio Gustavo Freire de Lugo a cargo del Centro de Música de Fingoi. Para esta representación se habían reunido cantantes, actores, músicos, coristas, bailadoras y sobre todo un numeroso  público que finalmente aúno sus pensamientos en un único y convencido: "yo estuve allí".

Para que este feliz e inusual acontecimiento fuese posible, tuvo que pasar que Pilocha, Marcos y Esperanza dos años antes decidiesen que los sueños se podían hacerse realidad y que lo único realmente inalcanzable es aquello que uno no se propone. Entre aquel momento lejano y embrionario en el que tres amigos decidieron testarudamente: "yo estaré allí" y éste otro momento mucho más cercano en el que un gentío se sintió con derechos de autor sobre el pensamiento de "yo estuve allí" pasaron muchas cosas y tuvieron lugar tanto un gran trabajo individual como de colectivos como  el Centro de Música de Fingoi, Coro de Fingoi, Orquesta de Xove, Centro de danza Teresa Neri; pero eso es otra historia. Lo importante en este momento es centrarnos en este invernal domingo 13 de enero de 2013...

Todo sucedió en una tarde lluviosa de domingo en la que, seguramente, más de la mitad de los asistentes a la zarzuela habían comido al son de las campanadas 12 uvas tan sólo 13 días antes. Todos y cada uno de los actores y cantantes sin duda sintieron con fuerza en su interior, en algún momento de la velada, el pensamiento intenso de "yo estuve allí". No sé si Hilarión, o lo que es lo mismo Israel, lo sintió después de que Julián con su vehemencia le añadiera un nuevo moratón a su colección, o si en su caso Julián lo pensó después de oír por enésima vez decir a Doña Rita "porque ties madre Julián", si pudo ser antes de gritar "morral" o si la reflexión fue a raíz de demostrar que la mesa del atrezzo no era de Ikea; también me cabe la duda de saber si el tabernero y sus mozos sintonizaron este pensamiento colectivo antes de su partida de cartas o si fue después de razonar sobre si hay que "comprimirse o no"; incluso me cabe la duda de si las bailaoras tuvieron tiempo a pensar sobre la transcendencia del momento mientras su pies traducían el compás de 3/4 en baile o si lo reflexionaron después; en todo caso tengo claro que en algún momento de este 13 de enero todos y cada uno de ellos pensaron antes o después: "yo estuve allí". 

Como decía lo más curioso de esta tarde de domingo, fue que muchas personas sintieron en algún momento el pensamiento íntimo y profundo de "yo estuve allí". Cuando pienso en Susana y en esa "debilidá" que ella tiene, estoy seguro de que se emocionará cada vez que rememore esta tarde en la que le cantó a más de 900 personas una de las canciones más conocidas como es "¿dónde vas con mantón de manila? y cuando pienso en la Silvia creo que se ha unido a la cantaora de por vida y también cuando me viene a la cabeza la Tía Antonia, recuerdo su carácter y estoy seguro de que nadie se atreverá a negarle que "ella estuvo allí".

Si yo tuviera que apostar, apostaría a que el simpar Sebastián tuvo este pensamiento común después de hacer de fiador de Julián y tengo la duda de si Begoña pudo tener tiempo a pensar por culpa de los cuidados que requería su bebé, quizás Casta llegó a ese punto de encuentro del pensamiento antes de sus lisonjas con  Don Hilarión; incluso se cuenta que algunas personas que fueron al Auditorio Gustavo Freire días después de la función, todavía pudieron oír resonar la enorme voz del Señor Inspector en la sala con lo que no hay duda de que Carlos estuvo allí. En lo que respecta al sereno y a los guardas yo tengo para mi que fueron los primeros que llegaron a este foro común del pensamiento dada su natural  y envidiable tranquilidad.

Lo que destaca todavía más la magnitud de la fecha de ayer, es que el total de los músicos de la Orquesta de Xove y de los Coristas del Centro de Fingoi con su directora Paloma al frente, en algún momento u otro de los minutos que transcurrieron entre las siete de la tarde y las nueve mientras tocaban o contaban compases de espera, como digo, en algún momento u otro pensaron: "yo estuve..."

Hasta aquí todo resulta sorprendente pero en todo caso creíble, pero lo verdaderamente increíble es que personas con una experiencia artística tan dilatada como Xan Carballal, María Barcala o Pilocha en la función de ayer llegaran a sentir, como en las grandes ocasiones, que lo efímero, como son el teatro y la música,  es lo que llega a ser realmente perdurable. 

Hasta aquí todo habría sido fantástico pero no realmente relevante, lo verdaderamente importante y por ende histórico, sucedió en el patio de butacas cuando más de 900 personas que asistieron como público a la función, percibieron esa sinapsis que llegaba desde el escenario y que les hizo sentirse realmente vivos. El colofón de este gran día fue una sonora ovación y un público totalmente entregado. Posteriormente entre los asistentes algunos dijeron que había sido genial, los más dijeron que se habían divertido, muchos fueron los que manifestaron haberse reído y los más sinceros no tuvieron pudor en reconocer que se habían emocionado. Hasta los más pequeños recordarán dentro de muchos años que ellos estuvieron en aquel antiguo auditorio que sus abuelos decían que en sus tiempos había sido un matadero.

Para los más incrédulos quedarán las hemerotecas que darán cuenta del acontecimiento musical, porque es seguro que el paso de La Verbena de la Paloma por Lugo será recogido en prensa, contado en la radio y emitido por la televisión y por supuesto tendrá su lugar en la hemeroteca más moderna y virtual  como es Internet de la cual forma parte nuestro pequeño blog OFG.

Y en todo caso, si alguien dudase de vosotros cuando le contéis con sincero entusiasmo lo que sucedió en Lugo aquel 13 de enero de 2013, insisto, si alguien dudase de vosotros, entonces no dudéis en decirle que me lo pregunten a mi, porque yo también podre decirles con orgullo:  "yo estuve allí"

Pablo Coria, flauta