domingo, 2 de diciembre de 2012

Francisco González: 20 ejercicios para la flauta


Todos mis alumnos de flauta utilizan durante algunos cursos académicos el libro "20 Ejercicios para la flauta sistema Boehm" de Francisco González. Teniendo en cuenta este dato, me parece importante aclarar dos cuestiones:

¿por qué este libro y no otro? y ¿quién era el susodicho Francisco González?.




Sobre la primera cuestión creo que el libro de González es un libro idóneo para un alumno que lleve tocando al menos tres o cuatro años pero que tampoco sea ya un alumno avanzado. En mi opinión el libro es un libro idóneo para esa etapa porque es muy claro, concreto y trabaja de un modo diferenciado cada una de las tonalidades. Así, por ejemplo en el ejercicio nº1 nos encontramos con un patrón melódico formado por el arpegio descendente, la escala y el arpegio ascendente. Este patrón melódico está escrito en todas las tonalidades y además nos ofrece un gran cantidad de articulaciones para variar y enriquecer el ejercicio. El ejercicio 2 está formado por la escala diatónica con un patrón rítmico diferente al ejercicio nº1 con lo que consigue que la acentuación en este segundo ejercicio recaiga sobre las notas que antes estaban en parte débil con lo que complementa el primer ejercicio. El ejercicio 3 trabaja las escalas por terceras, después nos encontraremos con un ejercicio de octavas, otro con las escalas cromáticas y en los ejercicios 9 y 10 aparecen nuevamente las escalas pero ahora abarcando dos octavas y utilizando las escalas menores armónicas y melódicas. En mi opinión estos primeros diez ejercicios del libro son lo mejor del libro porque ofrece al alumno un patrón claramente definido, en los que cada pentagrama es una tonalidad diferente y que además tienen una dificultad abordable. 

Por otro lado, creo que muchas veces alumnos comienzan demasiado jóvenes a estudiar algunos libros que sin duda son imprescindibles como el de los "Ejercicios diarios de Taffanel" pero que tienen una dificultad excesiva y además los alumnos tendrán tiempo más adelante para estudiarlos. Dicho lo anterior, además el libro de González es incluso suficientemente completo y complejo para el aprovechamiento de un estudiante más avanzado y de hecho, los ejercicios del 11 al 20 son ya de una dificultad bastante superior. Como se dice popularmente, "si eres capaz de tocar bien todo este libro...es que ya tocas..!."

Sobre la segunda cuestión, "¿quién era el susodicho González?", decir que Francisco González fue uno de los mejores flautistas españoles de finales del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX. El que González fuese quizás el flautista más importante de su época en España y que sin embargo es prácticamente desconocido para la mayor parte de los flautistas hoy en día, es es de por sí otro argumento que podemos añadir a los expuestos anteriormente para apoyar y utilizar su libro. Es necesario que reconozcamos y conozcamos nuestra propia cultura y en concreto el importante papel que desempeñaron aquellos flautistas que desarrollaron la escuela moderna de la flauta y que "apostaron" por la  flauta Boehm (que es el sistema actual de la flauta) y que además crearon una literatura para su desarrollo, conocimiento y difusión. 

Como conclusiones finales, el libro de Francisco González es una buena opción para un estudiante que quiera tener un libro de ejercicios diarios para trabajar los aspectos fundamentales de la música, que le ayude a mejorar su técnica y también a afianzar su conocimiento de las tonalidades. Además con la elección de este libro estaremos ayudando a dar a conocer el papel de aquel ilustre flautista que en un lejano 10 de marzo de 1885 fue nombrado profesor honorario de la Escuela Nacional de Música.

2 comentarios:

Cristina dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Pablo. Para mí, es un libro imprescindible.

Miguel dijo...

Me parece una excelente idea la de promover que los alumnos sepan quienes fueron los autores de los libros que estudian, y conozcan algo sobre la persona que está detrás del título del libro. Humaniza el estudio.
(Amén de aportar datos cuando, atascado en un pasaje de esos que se te atragantan, te acuerdas de sus santos progenitores).